«Es ley que rige para diablos y espectros la de que han de salir por donde entraron.». Edward Bach, sin querer, también reconoció este principio cuando escogió la vid para tratar las consecuencias del excesivo egoísmo producido por esta deva vegetal. Al elegir su flor de apariencia insignificante, Bach halló el punto del ciclo vital en que la planta, antes de la aparición de las uvas, aún se halla en posición vertical y dirigida hacia la luz cósmica, el punto donde puede ser conducida hacia una nueva misión y no hacia el proceso de fermentación. Es como si, a pesar de lo que dijera Rudolf Steiner, la misión histórica de la vid en este mundo aun no estuviera del todo cumplida.
La planta tiene numerosas aplicaciones terapéuticas. En dosis pequeñas, el vino tinto previene la arteriosclerosis (depósitos de colesterol en las arterias) debido a los flavonoides que contiene). En los países mediterráneos se utilizan las hojas de vid hervidas para curar heridas e inflamaciones debido a su acción astringente. Culpeper, que coloca la planta bajo el signo del Sol, trataba las inflamaciones con compresas de hojas de vid hervidas rellenas de papilla de cebada. El zumo de uvas frescas es rico en vitaminas y potasio y tiene efectos diuréticos y laxantes. Es ideal para las personas que están en recuperación de alguna enfermedad, pero el zumo fresco fortalece el Yo del convaleciente y no el egoísmo más bajo, como hace el zumo fermentado. A pesar de sus fuertes y largas raíces, la vid necesita mucho sol y calor. Sólo así es capaz de desarrollar su dulzura ya que la fructosa es luz solar transformada. El sol es el centro del sistema planetario, del «Yo» macrocósmico. Cuando un trabajador o un as del deporte agotado ingiere glucosa, absorbe la fuerza del sol contenida en el azúcar para poder continuar su actividad con renovada energía y fuerza de voluntad.
El zumo de uva se considera depurativo. Los alemanes residentes en Pensilvania tratan las enfermedades graves con curas de ayuno, durante las cuales las uvas son el único alimento que ingieren. El zumo de uva es también beneficioso para las dolencias renales. La medicina ayurvédica india recomienda tomar decocciones de uva en los casos de trastornos respiratorios, para limpiar los pulmones y las vías respiratorias y para aumentar la resistencia en general. Culpeper también emplea pasas para las afecciones pulmonares.